Hace unos años uno de mis mejores amigos de la infancia tuvo la mala suerte de que su matrimonio no terminó bien y no le quedó más remedio que tener que divorciarse y para ello fue a pedir consejo a un bufete de abogados especialistas en familia vigo y por lo que me comentó quedó bastante contento, aunque todo el proceso fue bastante traumático tanto para él como para sus hijas, que las tuvo que llevar al psicólogo para que pudiesen llevar mejor el divorcio de sus padres.
Lo que menos nos gustó de todo este proceso fue el comportamiento de la exmujer de mi amigo que se comportó muy mal, por lo que no le quedó más remedio a mi amigo que tener que dejar el piso que tenían en común después de llegar a un acuerdo par que se quedase en él hasta que encontrase otro piso. Al final me llamó para que nos llevásemos todo lo que era de mi amigo, menos mal que disponíamos de un sitio donde dejar sus cosas sin que nadie pudiese tener acceso a ellas y menos su exmujer.
Al final, en el juicio, el juez determinó que a mi amigo le correspondían muchas más cosas que las que se había llevado y volvimos a por unos cuantos muebles que nos vinieron muy bien para decorar su nuevo piso sin tener que gastar más dinero. Al final parece que todo ha salido bastante bien, pero los años que duró todo el proceso de separación y divorcio fueron muy duros para mi amigo, por fortuna cuenta con amigos que le apoyan en los buenos y en los malos momentos. Por culpa del divorcio he perdido toda clase de comunicación con sus hijas, pero tampoco es algo que me quite el sueño ya que se comportan igual que su madre y no quiero tener demasiado trato con ellas. Siempre que voy a casa de mi amigo, sus hijas nunca están porque les toca el fin de semana con su madre y así evito verlas y discutir con ellas.